“La Salud: una construcción social, un derecho humano”
El proceso de organización de lo que hoy denominamos “Defendamos la salud” se fue gestando entre el espanto y la promesa de no sucumbir a la desmemoria.
La urgencia de trasmitir la trágica vivencia de perder un familiar en el Instituto Médico Regional se plasmó en la carta que una nieta escribió al intendente de la ciudad y publicó en un diario local. A partir de allí, se multiplicaron y vincularon historias similares que hicieron pensar que no era un hecho aislado el abandono, la desidia y el desprecio a la vejez sino por el contrario, la solidaridad puso en evidencia las conductas reprochables de los directivos, médicos y enfermeros.
Es así como bajo la bandera de “Defendemos la vida”, nos refugiamos quienes debimos afrontar la crítica situación de perder a un ser querido bajo aquellas condiciones inhumanas.
Los refugiados, contamos en nuestro haber con:
- dos históricas marchas;
- alrededor de 300 personas en las mismas;
- 8200 visitas en el sitio web;
- 1160 miembros adhieren a la causa en la red social de Facebook;
- 116 testimonios espontáneos;
- 1500 firmas exigiendo la Intervención y Normalización de PAMI, auditoría e inspección del instituto referente, solicitud de otras opciones de internación en la ciudad y un equipamiento de alta complejidad en el área de salud pública;
- el debate en los medios: País del litoral, Diario La Capital, periódico Síntesis, Radio Dos, Radio Universidad y demás medios de la región reflejan el acontecer de la lucha. También Carlos del Frade en su última investigación periodística aborda la problemática bajo el título “¿Qué pasa en el Regional?” y realiza un seguimiento a través de su programa de televisión “La voz del grillo” (TVR);
- una sanción sin antecedentes al mencionado instituto por el cobro de plus a los jubilados y pensionados de nuestra ciudad;
- pedido de Informe aprobado en la Cámara de Diputados de la provincia, solicitando al gobierno provincial las explicaciones correspondientes acerca del Centro de Salud en cuestión;
- entrevistas con autoridades. El Dr. Perichón (Director de PAMI) se reune con concejales vinculados al nosocomio, la Asociación Médica, directivos del IMR y, finalmente, con vecinos sanlorencinos y nuestro grupo. Pero solo deja, además de sus teléfonos, falsas promesas y misterios sobre impedimentos para “actuar”. El Dr. Capiello (Ministro de Salud provincial) quien fue anoticiado sobre la situación, al igual que el intendente Leonardo Raimundo, recibe los testimonios recogidos y afirma conocer las circunstancias de emergencia sanitaria de la región.
En una ciudad, exponente del modelo agroexportador, donde se producen 30.000 dólares por minuto, contamos únicamente con un sanatorio y un hospital. No hay opción. El efector privado se ha constituido como monopolio, decretando sobre la vida o la muerte de la gente, ya que los abuelos afiliados a PAMI son rehenes de las cápitas absorbidas por el mismo.
Mientras tanto, el hospital, saqueado por la difusa línea entre lo público y privado, con instalaciones edilicias inconclusas, carente de equipamiento de alta complejidad, permanece como centro de atención primaria en el medio de una ciudad con severas patologías.
La vejez no es síntoma de muerte. La vida merece finalizar dignamente, agotando las posibilidades para que el deceso no sea a causa del abandono y la humillación.
La defunción debe darse como resultado de la fatalidad de la patología y no de la fatalidad del “sanador” negligente, hostil y deshonesto.
Un centro de salud tiene la responsabilidad social de atender a los pacientes para reducir las dolencias con las que asiste y no agravarlas. NO puede convertirse en un depositario de cuerpos atento a que los balances contables cierren de manera satisfactoria para un negocio redituable, mientras es desatendida la salud.
Ante tales circunstancias nos preguntamos: ¿qué calidad de vida y de muerte queremos para nuestros ancestros? Por eso el debate, por eso la permanencia.
Porque continuamos exigiendo una SALUD PÚBLICA PARA TODOS. ES un DERECHO HUMANO, que reivindicamos por la memoria de los que no están y por las generaciones que vendrán.
Hacemos cosa juzgada de estos hechos y reafirmamos: ¡Ni una muerte más!
"Defendamos la Salud" -Diciembre 2009-